¿Qué significa la victoria del NO?
Creo que va a sobrar el tiempo para decirle a Susana Villarán lo que tiene que hacer y lo que no tiene que hacer. Esa es la chamba del ciudadano y de la ciudadana, pero no solo en elecciones, sino todos los días (o debería serlo, a ver si también nosotros cambiamos y mejoramos un poco). Esta noche, me parece, vale la pena celebrar que la política también es acción colectiva, y que es al nivel de colectivo que esta elección se ha ganado. Aquí ha sucedido que un huevo de gente, que se fue incrementando progresivamente, dijimos que NO. Por razones diversas (¿no es casi siempre así?) dijimos lo mismo, y ese acto de decir lo mismo juntos se ha ido construyendo de una forma bien interesante. Ha ocurrido en un espacio (público) en el que vimos a los medios y a los revocadores esforzarse por convertir el proceso de consulta en pelea callejera. Y a pesar de eso, o quizás contra eso y hasta por eso, se produjo un espacio de discusión y de acción para afirmar políticamente algo. Eso -para mí- se llama articulación hegemónica de significados (Laclau) y lo hemos visto hoy. Desde esa perspectiva es bien interesante. Porque además generó la aparición momentánea de una esfera pública en la que a pesar de todo, y en varios lenguajes, se dieron varios debates alrededor de la revocatoria. Y eso es digno de celebrar porque revela agencia política y civismo, más que opciones ideológicas. En esta elección el parte-aguas ha sido un sentido de compromiso cívico con la institucionalidad democrática, es decir, un componente ético de la democracia. Eso, vale la pena celebrarlo.
No estoy diciendo que esta es LA política que hacemos todos, todo el tiempo. Estoy diciendo que hay momentos en los que la política que hacemos es así, y que cuando eso pasa, es digno de observar e interpretar. Al interpretar, vemos que como electores no somos solo pragmáticos y emocionales (dos de las caracterizaciones clásicas de los votantes) sino que también somos éticos, y este puede ser un criterio determinante. A veces. ¿Qué significa en Lima votar "contra las mafias y la corrupción"? Seguramente varias cosas por las que vale la pena indagar y que pueden ser un buen filtro para observar la segunda etapa del gobierno de Susana Villarán.
Quiero ilustrar este post con el NO de Pancho Guerra-García. Mi NO favorito de los muchos que vi en esta campaña que también despertó harta creatividad y humor.