Gobierno bicéfalo
La Constitución no ampara el abuso del derecho
En poco más de cuatro meses el fujimorismo ha transformado al gobierno de nuestro país en un monstruo de dos cabezas. Desde el congreso utiliza la mayoría que obtuviera gracias a las distorsiones de nuestro sistema electoral (que le asignó más del 56% de escaños con menos del 24% de votos emitidos) como un garrote para conseguir por la fuerza lo que no logró en las urnas, a pesar de haber jugado con el piso inclinado a su favor. Le ha asestado al ejecutivo varios golpes y en estos días se prepara para hacerle jaque al presidente: pide la cabeza del ministro con mayor aceptación popular y a cargo de la reforma más importante del país en los últimos años. Pero qué puede importarle al fujimorismo o al APRA la educación si son precisamente ellos quienes se encargaron de destruir su presente y futuro con leyes y beneficios tributarios que han llenado además sus bolsillos.
Hemos sido forzados a ver un espectáculo decadente, demagógico, un ejercicio de cinismo histriónico que consistía en fingir indignación, fruncir el ceño, levantar los brazos y proferir cadenas de adjetivos frente a las cámaras. No hubo argumentos, ni deliberación, muchos menos debate: el fujimorismo y sus aliados en el APRA se la han jugado por incendiar la pradera desde sus escaños y desestabilizar al gobierno. Usan la formalidad democrática para sabotear su praxis, pervierten el sentido y los principios de las instituciones, corrompen y carcomen aun más nuestra raquítica democracia. Se equivocaron en grande quiénes decían hace solo unos meses que el fujimorismo se estaba renovando y democratizando.
Frente a este nuevo embate el gobierno debe responder con energía y asumiendo el reto de gobernar con firmeza como la única cabeza, no sometiéndose a los deseos de poder de un congreso que no representa a la ciudadanía sino los intereses mezquinos de quienes perdieron las elecciones. La Constitución establece claramente que corresponde al Presidente de la República dirigir la política de gobierno (artículo 118, inciso 3) y que la función primordial del congreso es legislar (artículo 102). Que el congreso pretenda manejar por la fuerza el gobierno es ilegítimo y no debe ser permitido. Gobierne entonces señor presidente, respalde a su gabinete y al ministro que hoy está en cuestión, tomando en cuenta que en realidad ya no discutimos la política educativa o la performance de un ministro y su equipo, sino su propia capacidad de asumir el liderazgo en el ejercicio del poder y en el estado que nuestro sistema político le confiere (artículo 110).
Esto último es un reclamo popular urgente, que se hará sentir en las calles este lunes 12 de diciembre. Las ciudadanas y ciudadanos del Perú no tenemos más que expresarnos directamente en las calles frente a la falta de criterio y responsabilidad de nuestra representación formal en el congreso. Ha sido decepcionante ver que los representantes del partido de gobierno no asumieron en conjunto y con energía la defensa de su ministro, y también que el Frente Amplio demostró una incapacidad de lectura de esta grave coyuntura por estar más concentrado en sus pugnas internas. También a ellas y ellos, representantes del gobierno y la oposición que buscan hacer contrapeso al fujimorismo, tenemos que decirles que su función es representar los intereses de la ciudadanía, no pensar más en sus liderazgos individuales o los avatares de sus organizaciones electorales.
Por todas estas cosas, pero principalmente contra un fujimorismo cada vez más anti-sistema y hambriento de poder, marcharemos este lunes defendiendo una vez más en las calles la frágil democracia que tanto nos ha costado conseguir. Que cada quien haga su parte: que gobierne el presidente, que escuche a la ciudadanía el congreso, que hable fuerte y claro la gente, respetando todos las reglas de juego establecidas en la Constitución. Este momento político no se parece en nada al nefasto 5 de abril de 1992 con el que inició otro gobierno bicéfalo de triste recordación. No habrá golpe de estado, nadie lo está pidiendo y las circunstancias son completamente distintas. Más bien, reclamamos respeto a los principios democráticos que el fujimorismo viene destrozando. Este lunes 12 nos haremos escuchar, pacíficamente, articuladamente, en defensa de la democracia.
Textos relacionados:
Constitución Política del Perú de 1993
Sobre las distorsiones de nuestro sistema electoral
Sobre los riesgos para el gobierno de dejar caer al ministro Saavedra
Sobre el proceso electoral y los retos del gobierno en relación al fujimorismo y la sociedad